domingo, 28 de abril de 2013

Capítulo 2 (Difícil Confianza):

Alex se incorporó dolorido, a penas reconocía el paisaje, ¿Donde estaba? Parecía un bosque, se quedó sentado con una mano en la cabeza a causa del dolor que tenía en ella, de repente vio una figura cerca suya que se incorporaba al igual que el.




-¡He vuelto! ¡No me lo puedo creer! ¡He vuelto!- Gritaba con alegría la figura todavía sin identificar.

-¿Dani?- Preguntó Alex confuso.

-¿Eh?- La misteriosa figura se dio la vuelta, pero no tenía nada que ver con el amigo al que habían llamado, tenía el pelo en punta y alborotado de color castaño y con sus ojos de igual color, le miraba extrañado -¿Quien?- Volvió a preguntar.

-¿Quien eres? Tu no eres Dani- Dijo Alex mirando al chico de arriba a abajo.

-¿A quien te refieres? Yo me llamo Tai- Contestó señalándose con un dedo pulgar en el pecho -¿Y tu eres?- Le devolvió la pregunta en este momento señalándole a el.

-Soy Alex y oye Tai…- Comentó mirando hacia otro lado.

-¿Que?- Parpadeó un momento.

-¡¿Se puede saber donde estamos?!- Gritó Alex con desesperación.

-¿Es que tu no habías venido antes al mundo digital?- Rompió a carcajadas Tai.

-¿Mu-Mundo digital dices?- Dijo Alex perplejo.



Mientras tanto en otra parte de aquel extraño mundo.




.Tienes una actitud muy rancia ¿No te lo han dicho nunca?- Comentaba una despreocupada voz con ambos brazos detrás de la cabeza, siguiendo a un chico que andaba sin rumbo.

-…-.

-¿A donde nos dirigimos?- Volvió a preguntar.

-…-.

-¡¿Se puede saber por que andas por tu cuenta si yo te he dicho que yo conozco este sitio?! ¡¿Y por que no me respondes?! ¡Me estas poniendo nervioso!- Gritó esta vez desesperado y con rabia.

-El que me esta poniendo nervioso aquí eres tu a mi y si tan bien te conoces este sitio ¿Por que no te vas por tu cuenta?- Respondió por fin la aclamada y molesta voz sin mirar a los ojos del chico.

-Por que oye si hemos caído juntos es por algo, aquí las cosas no pasan por que sí ¿Sabes?- Dijo mientras se enfurecía por momentos.

-Davis te llamabas ¿No?- Comentó la sosegada voz.

-Si- Respondió Davis sin darle mucha importancia al asunto.

-¡Piérdete! Los tipos como tu no me caen nada bien-. Dijo girándose y mirándole con cara de desprecio.

-¡¿Pe-Pero como te atreves?!- La rabia de Davis había explotado -¡Si me has dicho que tienes que encontrar a tus amigos es por algo, nos han reunido aquí a todos, no puedo dejarte solo!- Le gritó.

-Pues ya puedes ir acostumbrándote al silencio…- Comentó cerrando los ojos, para luego darse la vuelta para darse la vuelta y continuar andando.

-Este chico…Sólo me ha dicho que se llama Dani y que tiene que encontrar a sus amigos, que tipo más extraño- Dijo hablando para sí y apretando los dientes




En otra zona muy lejos de allí, también caminaban sin rumbo otras dos figuras misteriosas.




-¿Que extraño? ¿Por qué no habrá ningún digimon?- Se preguntaba la primera mirando hacia todas partes.

-Jamás había estado en un sitio como este…- Comentó la segunda bastante impresionada.

-Me vas a decir ¿Que has tenido un digimon y no sabes el sitio de donde vienen ni has estado aquí nunca?- Preguntó la primera voz confusa.

-No…-. Negó la segunda con la cabeza.

La primera voz rompió a carcajadas.

-¡Ya vale Takuya no te rías de mí!- Dijo la segunda voz enfurecida.

-Vale vale perdona, es que no había conocido una historia como la tuya Takato, sólo viajé una vez al mundo humano transformado en digimon y fui el único que pudo hacerlo- Se justificó Takuya nervioso.

-Pues tu historia tampoco es demasiado normal…-Susurró Takato.

-¿Que dices?- Preguntó molesto Takuya.

-¿Yo? nada nada- Takato se puso ambas manos delante de la cara mientras sonreía de forma culpable para desviar el tema.

-Oye ¿Que es eso?- Preguntó Takuya señalando a una fortaleza que estaba a pocos metros de ellos.

-¡Parece un castillo!- Contestó Takato asombrado por el tamaño descomunal del edificio.

-¡Vamos a ver!- Exclamó Takuya corriendo energético hacia el castillo.

-¡Takuya espera!- Le siguió Takato.




Dos oscuras figuras les observaban desde una montaña cercana.




-Los tenemos en el punto de mira…- Exclamó la primera con malicia.

-Aguardaremos a que estén descuidados para atacar- Terminó la segunda desapareciendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario